De repente me di cuenta que tendría que haber aprovechado este año en capacitarme un cacho más para el cambio de laburo al que estoy aspirando, a pesar de que me quieren igual así, ignorante, no debería quedarme atrás en conocimientos. Salir del caparazón autolástima y hacer algo más concreto que lamentarme.
Que tendría que haber buscado la manera de aprovechar que no me dan bola donde estoy (ya que de otra forma no dispongo de tiempo libre), que tengo cierta libertad para ir y venir, pedirle guita a mi viejo, préstamo, adelanto del aguinaldo, lo que fuera, pero tendría que...
Por todo lo expuesto en entradas anteriores, alumnos, hemos llegado a la conclusión de que no hay que pensar tanto en lo que "tendría" que haber hecho y poner de una vez manos a la obra.
Entonces, como me suele suceder cuando vengo con viento en la camiseta, empecé a buscar horarios, precios, fechas de inicio, etc. Incluso cursos a distancia, me vino la locura, quería tener para ayer, algún certificado de algo (de algo distinto a los ochenta mil cursos que hice en mi vida, pero que no me sirven para el área al que pienso ir a trabajar). Le rompí los coquitos a unos cuantos, hasta a
Mariolo y
Samy jorobé con preguntas sobre Linux.
Me di de frente con que, el 110% de los cursos que me interesaban, empezaron en agosto/setiembre, o alguno en octubre, pero era de 8 meses. Para intensivo esperar hasta enero.
No sé si lo dije pero quería un curso recontraintensisivísimo, si es posible gratis, y de un lugar de estudio medianamente reconocido.
El viernes de tarde recibo un mail de un compañero de trabajo, que me reenvía algo que le había llegado recién.
Y allí estaban ellos...
Mis ojos no lo podían creer, era todo lo que yo necesitaba (rectifico -como bien me explicó C.- lo que yo quería), cursos variados, intensivos, a distancia, certificados, gratis, si señores y señoras, existía y llegó a mi: el Aula Virtual de Microsoft.
En 3 días ya me hice el primer curso, 4 módulos con exámenes de múltiple opción, membresía silver por haber llegado a 500 ptos. , aplauso, cocarda, todo.
Cuando empecé a comentar del asunto, resulta que algunos ya lo conocían, parece que la información sigue siendo poder...
Deseé algo con todo mi corazón, lo visualicé, puse todo el empeño, mi necedad taurina y gallezca (de gallo), toda la onda de que lo iba a conseguir. Y pasó.
Pasó!
Empezar a ejercitar mis neuronas nuevamente, me reavivó. Resucitar a la nena "inteligente" que siempre pasaba con Ste, fué una recarga energética impresionante.
Y voy por más!!! (y ojo que no solo en este tema...)
Esto que sucedió no es más que la Ley de la Atracción. Con la que convivimos y no nos damos cuenta. El poder del pensamiento.
nota: la de la foto soy yo, no me hagan decir en que año, pero fué en la década del 70, empezando jardinera.