miércoles, 30 de julio de 2008

las cuatro patas del (trono?) del amor

Según el psic. Gustavo Ekroth son cuatro los elementos indispensables que sustentan o no la viabilidad de una relación de pareja a largo plazo.

Él las define como "las cuatro patas del trono del amor" y es fundamental y necesario que estén presentes todas para que la relación tenga cierta chance de mantenerse en el futuro. Todas deben ser sentimientos compartidos.
  1. atracción sexual (imposible formar una pareja con alguien que no nos atrae físicamente)
  2. admiración (sentir que esa persona tiene algo que lo distingue de los demás, algo que lo hace digno de su admiración)
  3. amistad (el sentimiento de amistad hacia nuestra pareja, es el que nos permite ser comprensivos, generosos, ayudativos y apoyativos)
  4. proyectos en común (cuando todo lo demás parece estar fallando los proyectos en común hacia el futuro, pueden estar sustentando el mantenimiento de la pareja; proyectos en común pueden ser educar a un hijo, sacar adelante un negocio, etc.).
¿ Será que hay más patas ?
¿ Será que realmente pesan todas por igual ?

¿ Será necesario que los dos involucrados compartan estas cuatro condiciones y ante la falta de una, no le crece al otro, cual tentáculo perdido, alguna especie de extensión para mantener el equilibrio ?
¿ Será que en realidad es imposible mantener una relación de pareja a largo plazo con estos requisitos y que lo que sobrevive o perdura por ahí, es otra cosa ?
¿ Es ésta entonces la definición del amor, de amar a alguien ? Sentir dos personas todo esto, uno por el otro ?
¿ Debe ser mutuo, correspondido, sino no es amor ?

Ya sé que no hay recetas para estas cosas y de última lo que importan son las certezas del corazón, lo que uno siente y con lo que se siente pleno, pero... buscando-ando respuestas.



*prestado de "Las parejas desparejas" de Gustavo Ekroth

lunes, 28 de julio de 2008

primera página

"...Imagino una tormenta y veo como un día comienza a tronar y relampaguear el cielo, y cae la lluvia con una fuerza que nadie se esperaba y se inunda la tierra y se hinchan los ríos y ruedan las laderas de un cerro movidas por el agua, y caen árboles exiliados por un viento huracanado que arrasa con cuanto encuentra en su camino. Y veo que un alud de lodo negro y piedras de colores y troncos rotos, baja por el cerro arrastrando lo que el hombre puso en su camino, y veo como todo lo que estaba ahí tan quieto, de pronto se convierte en torbellino y todo se rebalsa de energía.
Una tormenta que cambie en forma súbita y espontánea toda una superficie de la tierra, para que surja lo que está debajo y que se mantiene aprisionado, porque no dejamos o porque no sabemos, pero que está debajo contenido, pujando por salir a flote, ya sin poder mantenerse un segundo más allí, hasta que un día, se abre como una grieta, o como un grito, o como una semilla que salta de su vaina, o como irrumpe de la oruga una mariposa anaranjada, así mismo sale toda la fuerza retenida, la energía contenida que debía estar en el aire y que yace soterrada entre las sombras de lo que más queremos y muchas veces no podemos hacer por tantas causas que a veces ni vemos. Revelando el nudo que nos atrapa el aire, que nos amarra las alas, que nos congela los deseos y el alma..."*



Buscando la vuelta a sobrevivir la tormenta, a dejar fluir, a desatar los nudos, a limpiar la casa, a no tener más miedo, a ganarle al vértigo, a no tener que buscarle más la vuelta a nada.


Será mucho?

Naaaaaaa.
Al menos disfrutando el camino y este ida y vuelta maravillosamente sincronizado de la comunicación blogueril.




* texto prestado del TortugaNewsrap